viernes, octubre 07, 2005

¿Dónde se encuentra la sabiduría", de Harold Bloom

La búsqueda incesante

por Gabriela De Cicco

Muchos escritores y escritoras han confesado, en algún punto de su producción literaria, que la escritura era para ellos y ellas una condena: pienso en Pizarnik que pensaba en Kafka, y en ambos juntos que se encargaron de alimentar y dar forma a esa figuración, por sólo nombrar un par de ejemplos. El reciente libro de ensayos del crítico Harold Bloom, "¿Dónde se encuentra la sabiduría?", tiene, en un primer momento, algo de esa confesión.

Lo que nos hace sospechar la condena son dos citas, favoritas del autor, que parecen haber guiado toda su producción. Provienen de los dichos de "Pirke Aboth" (los Dichos de los Padres), a los que el autor "ahora en la vejez" frecuenta aún más, y sobre todo después de haber estado muy cerca de la muerte a causa de una enfermedad. El primer proverbio es: "No digas que estudiarás cuando tengas tiempo libre, pues a lo mejor no lo tendrás nunca". El segundo dice: "No se te exige acabar el trabajo, pero tampoco eres libre de abandonarlo".

Seguir leyendo en "Señales", suplemento del diario La Capital, Rosario. Publicado el 2 de octubre de 2005.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que falta un acercamiento a la tradicion oriental. La cultura occidental ha carecido de ese elemento de desapego, (de no identificacion con lo mundano sin tener que hacer uso de la idea de un dios a imagen nuestra), que la cuura oriental si propone